sábado, 30 de septiembre de 2017

Pelados, modas, modos

Con los nuevos pelados –a ras de piel- se acabaron la calvicie, las pasas (como llamamos en Cuba al cabello muy rizado) los negros, los jaba´os (un tipo de mestizo en este archipiélago cubano)… ahora todos somos “blancos” y trigueños (al estilo nuestro y no español) e indios.
Claro me gusta más el ajiaco racial criollo con sus particularidades, riqueza y orgullo por lo autóctono.

Lo mismo sucede con los distintos estilos de peinados y pelados: queratinas, desrices, pelo largo y corto en la misma cabeza… pueblan hoy la geografía criolla y ya cada vez son menos los asombrados…
…Porque en décadas anteriores era inusitado el susto al ver en un audiovisual un sujeto con una pelambrera convertida en púas y multicolor como un arcoíris de amplia gama, aquello podía espantar a cualquiera no “aclimatado” a esos procederes.
Ya hoy vemos como algo bastante normal que algunos muchachos –el ejercicio es mayoritariamente masculino- se haga desrizar para fabricarse una bandeja altísima que quiere alcanzar el cielo, o un bisté que le oculta parcialmente el rostro y evoca al malvado Media Cara, representativo del traidor a las aspiraciones independentistas de los cubanos y vapuleado más de una vez por el inefable mambí nacido del pincel de Juan Padrón y que es el “pillo manigüero” Elpidio Valdés.
De más está decir que barberos tradicionales han tenido que coger el paso a los nuevos tiempos o quedarse atrás; por otro lado “estilistas”, vendedores y revendedores de productos de peluquería están haciendo su agosto en cualquier mes del año y los jóvenes lucen felices con peinados a veces estrafalarios, pero “qué importa: los materiales, las chicas, llueven” me ha dicho más de uno.
En el olvido y ya solo para sus contemporáneos o algún cliente ocasional van quedando los fígaros tradicionales, de corte elegante y preciso… sí, esos mismos que van matizando sus tijeretazos con charlas profundas o banales e incluso chismes…
¡Qué barbería de barrio no los propaga, si allí llega todo de muy buena tinta y sería un desperdicio no correr el rumor!
Los de ahora no... ellos solo quieren cobrar mucho y si alguien le paga más violan la cola y ponen en primer lugar al mejor postor.
Recuerdo que por las características de mis cabellos: ensortijados, ralos y delimitados por grandes entradas, o salidas, desde la edad de 20 años nunca entré en las modas de una mota a lo Elvis Presley, en melenas, pero pienso que cada etapa tiene sus modas y modos, sus desastres y sus encantos y hay que respetar el criterio ajeno.
Lo importante no es el pelo sino lo que hay debajo de él, dentro del cráneo por supuesto: con las células grises bien en su sitio y que nada tienen que ver con el largo o estilo del pelo.

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